En la producción de Gran Hermano se acordaron de que tenían un teléfono dentro de la casa que servía para "desetabilizar" la apacible convivencia de los jovencitos que ahí viven. Entonces no tuvieron mejor idea que hacer que quien atendiera el teléfono podría solicitar un deseo a condición de que, basado en su más absoluto egoismo, no lo compartiera con nadie más de la casa.
Entones, el viernes por la tarde, sonó el teléfono (que a algún grasa sin criterio estético se le ocurrió la genialidad de que sea rojo y dentro de una caja acrílica, muy televisión de los 80). Y quien lo atendió fue Damián, el gordo, el cartonero.
Después de contarles a los chicos, pensarlo y charlarlo con Andrea, a esta se le ocurrió que pida un video para ver a su familia.
Pero... ¿no es que es un aislamiento? O sea, que no tengan contacto alguno con nadie del exterior salvo la "voz" de Gran Hermano y la imagen de Jorge Rial un par de veces por semana (Gran Hermano Paraguay otro abuso).
Y como lo único que importa es verlos llorar, romperles el alma y tratar de tenerlos hechos pelota, transgreden todas las reglas (que nadie se conoce) y las reescriben dia a dia.
Pero... ¿no es que es un aislamiento? O sea, que no tengan contacto alguno con nadie del exterior salvo la "voz" de Gran Hermano y la imagen de Jorge Rial un par de veces por semana (Gran Hermano Paraguay otro abuso).
Y como lo único que importa es verlos llorar, romperles el alma y tratar de tenerlos hechos pelota, transgreden todas las reglas (que nadie se conoce) y las reescriben dia a dia.
Todo sea por un puntito de rating.
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