
Parece que no se les ocurre otra forma de "azar" posible. La ruleta (prestada de algún programa de los 80) determinó que el DON debería otorgarse a través del azar, y la producción de
Gran Hermano no encontró otra forma de azar posible que no sean los
palitos pintados metidos en una caja.
Entonces, lo hicieron así en dos rondas consecutivas. En la primera quedaron finalistas
Damián,
Juan Emilio,
Sebastián y
Eneko en representación de
Soledad.
Y finalmente el
DON se lo quedó
Damián, quien en la gala de mañana se enterará que debe hacer con él.
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