En la última fiesta de Gran Hermano, los participantes se vistieron con trajes autóctonos nipones y tuvieron que preparar sus propios platos de sushi sin utensilios, ¡solo con sus manos! La producción de Gran Hermano ha tenido que agudizar su ingenio para mantener la emoción en la casa más famosa del país, especialmente ahora que solo quedan seis participantes y dos familiares.
Las chicas se divirtieron en el momento de la transformación, peinándose con altos rodetes sujetos con el clásico prendedor japonés y maquillándose al estilo oriental, con bocas rojas y redondas y ojos bien rasgados. Valentina, la hermana de Marcos, lució completamente diferente a su estilo de siempre con dos bucles que le caían debajo de las orejas, y se entusiasmó con el cambio.
Los varones de la casa se enfundaron en los típicos atuendos japoneses, con pantalones de piernas anchas y una faja en otro color a modo de cinturón. Todos estaban emocionados por la temática de la fiesta, pero pronto se dieron cuenta de que la preparación del sushi no sería tarea sencilla.
A pesar de que Marcos leyó varias veces las instrucciones para preparar el sushi, los participantes no lograron ponerse de acuerdo. Cada uno interpretaba las cosas de manera diferente y no había consenso sobre cómo distribuir las tareas. Mientras tanto, Julieta se mostraba entusiasmada y emocionada ante la idea de cocinar. "¡Ay, qué lindo, chicos!, ¡Qué rico!", decía aunque nadie había empezado ni siquiera a preparar el arroz blanco.
Aunque la cocina ha sido un tema de discusión constante entre los hermanitos, sobre todo entre Romina y Lucila, quienes han asumido el control del sector, en esta ocasión debieron ceder el mando para que el resto se acerque a la mesada a poner manos a la obra. Y como la comida de esa noche dependía de que lo hicieran bien, todos estaban nerviosos.
La Tora sugirió que podía guiarlos, y les dio un consejo útil: "Cuando tiremos el arroz y le echemos el vinagre por encima, hagamos viento con esto para que se vaya secando", dijo mientras señalaba una hoja de papel que le servía para abanicar la comida. "Bueno vamos por partes", aconsejó Marcos y continuó leyendo las indicaciones desde el punto uno para ordenarlos.
Finalmente, la preparación del sushi fue un éxito gracias a la colaboración de todos, y los participantes y los dos familiares invitados a la casa pudieron disfrutar de platos típicos de Japón. Además, la transformación y la temática de la fiesta permitieron que todos se divirtieran y se olvidaran de las tensiones de la convivencia en la casa.
En definitiva, la fiesta temática al estilo japonés fue todo un éxito en Gran Hermano, dejando a los participantes y al público con ganas de más sorpresas y emociones fuertes en las próximas semanas.
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