¡Bienvenidos a "La TV Apesta", donde no solo te contamos lo que pasó, sino también cómo lo sentimos hasta las entrañas!
En una noche que quedará para la historia del reality más controversial de Argentina, Gran Hermano, vimos cómo el peruano Renato Rossini se convirtió en el segundo eliminado de esta edición, pero no sin antes romper un récord que ni en tus peores pesadillas imaginarías. Este domingo, Renato fue expulsado con un 92.3% de votos negativos, dejando a su rival en la placa, Santiago Algorta, con apenas un 7.7% de rechazo. ¡Hablamos de un nivel de aversión que hasta Nadia Epstein, la reina del drama en 2007, debe estar aplaudiendo desde el sofá!
Desde su entrada, Renato no ha hecho más que acumular enemigos dentro y fuera de la casa. Sus comentarios arrogantes, sus movimientos estratégicos que parecían sacados de un manual de "cómo ser el más odiado" y su particular manera de tratar a las chicas del programa, le valieron una campaña en redes sociales que se sintió como un huracán de memes y críticas.
Pero esto no sería LTVA si no te contáramos los detalles más jugosos. Renato, hijo del reconocido actor Renato Rossini, estaba convencido de que su grupo limpiaba "el baño" mejor que nadie, lo que, irónicamente, no le salvó de ser el participante más sucio en la opinión pública. Su enfrentamiento con Santiago, donde incluso criticó su celiaquía, fue la gota que derramó el vaso, llevando a muchos a preguntarse si realmente estaba jugando el juego o simplemente estaba ahí para provocar un reality show dentro del reality.
La gala de eliminación fue un espectáculo en sí misma. Con la presentación de la nueva "puerta giratoria" por parte de Santiago del Moro, parecía que Gran Hermano estaba ofreciendo una salida elegante para aquellos que ya no aguantaban el juego, pero Renato no tuvo esa opción. El público habló claro, y sus compañeros en la casa, con lágrimas o sonrisas, dijeron adiós a quien, sin duda, será recordado como uno de los "hermanitos" más polémicos.
En su última aparición en el confesionario, Renato intentó dejar una buena impresión, afirmando su autenticidad, pero sus palabras se perdieron en el mar de descontento que había generado. "Nunca" fue su mensaje al salir, quizás refiriéndose a que no volvería, o quizás a que nunca se había sentido tan rechazado.
Ahora, con Renato fuera, la casa respira un poco de alivio, aunque todos sabemos que en Gran Hermano, la paz es solo una calma antes de la próxima tormenta de drama. ¡Quédate con nosotros en "La TV Apesta" para más escándalos, traiciones y eliminaciones que harán que tu corazón lata como si estuvieras dentro de la casa
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