Oh, honey, agárrense porque "La TV Apesta" tiene el té caliente sobre la gala de eliminación de este domingo en Gran Hermano. ¿Midió o no midió? Bueno, digamos que no fue una noche de fuegos artificiales, pero tampoco un fracaso total.
Para empezar, la tensión estaba por las nubes, y con tantos nominados parecía más una fiesta de despedida que una gala de eliminación. Pero, ¿quién se fue? Ninguno más que Sebastián 'Bambi' Bello, el pobre chico que no tuvo el apoyo suficiente en esta votación positiva. ¿Pobre? Bueno, al menos se va con un bronceado de la casa.
Ahora, hablando de números, porque eso es lo que realmente importa aquí, ¿verdad? Santiago Del Moro entró al estudio con un patético 10,2 puntos. Sí, querida, me oíste bien, ¡10,2! Pero, oh, sorpresa, logró levantar la media como si de un milagro se tratara, alcanzando los 11,7. No es para tirar cohetes, pero en un enero donde el rating es más bajo que la moral de un participante eliminado, supongo que se puede decir que Gran Hermano cumple.
El pobre Bambi, con su salida, no solo dejó un vacío en la casa sino que también ayudó a que el programa fuera lo más visto del domingo en la televisión abierta. Sí, cariño, mientras el resto de la competencia se arrastraba con números que harían llorar a una calculadora, el Cine de Canal 13 solo logró un mísero 2,5 y Festival País, ¡1,2! Esos números son tan bajos que ni siquiera merecen un comentario de moda.
Así que, en resumen, Gran Hermano no rompió récords, pero tampoco se hundió en el olvido. Bambi se fue, pero el reality sigue siendo el rey de la noche, aunque sea con una corona un poco deslucida.
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Por la redacción de "La TV Apesta", donde decimos la verdad, aunque duela.
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