¡Oh, Dios mío, queridos televidentes! ¡La casa de "Gran Hermano" está más caliente que el infierno en un día de verano en Los Ángeles! Ayer, tuvimos una prueba del líder que fue tan emocionante como una cirugía plástica mal hecha.
Santiago Algorta, ese chico que parece sacado de una telenovela, se llevó el título de líder tras un duelo de trivia con Ulises Apóstolo. ¿Quién lo iba a decir? Santiago, con su sonrisa de comercial de dentífrico, no sólo ganó el corazón de los televidentes, sino también una pila de beneficios que ni siquiera yo podría comprar con mi fortuna.
Primero, la inmunidad. ¡Ay, qué alivio! Ahora, Santiago puede dormir la siesta sin preocuparse de que lo echen de la casa. Pero eso no es todo, queridos. También tiene el poder de inhabilitar a alguien para la próxima prueba del líder. ¿Y a quién eligió? A Juan Pablo, el chico de Corrientes que parece estar siempre en la mira de todos. ¡Qué estrategia, Santiago! Ahora Juan Pablo tendrá que sudar la gota gorda si quiere seguir en el juego.
Luego, Santiago tuvo que fulminar a dos jugadores, enviándolos directamente a placa. Primero, a Giuliano, que nunca había estado en una placa negativa. "Quiero ver qué pasa", dijo Santiago con una sonrisa pícara. Y luego, a Juan Pablo otra vez, porque, ¿por qué no asegurarse doblemente?
Luciana, ya sancionada por el Big Brother, se encontró con una compañera de fatigas en placa. Santiago admitió que no quería que se fuera Luciana, pero como no podía salvarla directamente, decidió armar una placa fuerte. ¡Qué drama, qué espectáculo!
En resumen, Santiago Algorta no sólo está emergiendo como un favorito, sino que está jugando con la inteligencia de un estratega de la Casa Blanca. Ojalá tuviera yo su juventud y su astucia para manejar mi vida social en Hollywood.
Así que, mis queridos, si estás siguiendo "Gran Hermano", prepárate para más giros, traiciones y, por supuesto, más de Santiago Algorta.
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